Conoce el Carnaval de Tenerife

    Si vienes de viaje a Tenerife en febrero, esta experiencia debe estar en tu itinerario de viaje.

    El Carnaval es una de la más fiestas más conocidas y celebradas en toda la isla, especialmente en Santa Cruz de Tenerife, uno de los más famosos del mundo junto con el de Río de Janeiro.

     

    Es por ello por lo que, el Carnaval de Tenerife, ostenta la máxima distinción de fiestas que otorga el Ministerio con competencias en turismo, que solo comparte con el Carnaval de Cádiz y el de Águilas.

     

    Es un carnaval que, como el de Las Palmas de Gran Canaria, cuenta con 5 siglos de antigüedad convirtiéndose en una de las fiestas más populares, más antiguas de Canarias.

     

    Desde ese entonces, durante días, las calles de la capital tinerfeña se tiñen de color, de pasión y de jolgorio para celebrar su carnaval.

     

    Se trata de una fiesta que está hecha por y para el pueblo. Cuando llega el carnaval, la gente se lanza a la calle no solo para disfrutarlo, sino también se implican en la organización, en el civismo provocando que esté presente por cada rincón de la ciudad el “buen rollo” natural de los tinerfeños.

     

    Para que puedas entender mejor lo que significa el carnaval para la isla de Tenerife, y más en concreto para la ciudad de Santa Cruz, vamos a dar un paseo por la historia de este carnaval para que conozcas de dónde le viene la fama de uno de los mejores del mundo.

     

    Los comienzos

    Los comienzos de esta festividad arrancan prácticamente a continuación de la conquista de la isla. Sin embargo, del carnaval de Tenerife se tienen referencias a partir del siglo XVII, mediante unos documentos de algunos visitantes que hablaban de que se invierten los sexos por medio de disfraces.

     

    Esta fiesta estaba asociada sobre todo a la alta burguesía, la cual celebraba bailes de máscaras en ambientes privados. Poco a poco, la fiesta se va extendiendo al resto del pueblo saliendo de los ambientes tan exclusivos de la época.

     

    Durante los siglos venideros, el carnaval siguió desarrollándose y empiezan a aparecer elementos como las rondallas a mediados del siglo XIX.

    La represión franquista y el aperturismo

    Con la llegada del siglo XX y el franquismo, el carnaval pasa a tomar otra dimensión. Entra en la lista de fiestas perseguidas, por considerarse una fiesta pagana. El pueblo, lejos de amilanarse y dejar de celebrar su fiesta, siguió celebrándola en la clandestinidad de clubes privados, recibiendo el nombre de fiestas de invierno para no levantar suspicacias.

     

    Asimismo, esta clandestinidad se mantuvo durante casi 40 años. A partir del año 1.976 se comienza a ver un aperturismo y el carnaval recupera su sello de identidad. Ya en los años 80, concretamente en 1987, es cuando el Carnaval de Tenerife toma otra dimensión tematizando la fiesta del carnaval de Santa Cruz.

     

    Durante estos años, el escenario del carnaval ha cambiado de lugar. Ha pasado de estar en el Teatro Guimerà, Plaza de Toros o la Plaza de España. Hasta llegar a la actualidad en donde se desarrolla en el Recinto Ferial.

     

    La actualidad

    En la actualidad, el carnaval es una de las fiestas más multitudinarias de la isla. Miles y miles de personas vienen del resto el archipiélago y del resto del mundo a disfrutar del colorido y los disfraces que decoran Tenerife.

     

    Ahora mismo este carnaval se ha convertido en uno de los mejores del mundo. Cuenta con una de las mejores galas de la reina, un espectáculo de comparsas que nada tiene que envidiar a las de Río y unas murgas que con su particular humor hacen las delicias del público.

     

    Pero lo mejor de este carnaval es sin duda el el evento que se realiza en horario diurno, también denominado “Carnaval de Día”. El último sábado de carnaval la ciudad se engalana de arriba abajo para celebrar una fiesta para todos los públicos. Durante todo el día, en diferentes puntos de la ciudad, hay conciertos, pasacalles o representaciones teatrales que llenan de vida Santa Cruz.

     

    Conclusión

    Como has podido ver, el Carnaval de Tenerife guarda una historia y un significado que lo hacen especial.

     

    A pesar de las adversidades, el carnaval se pudo desarrollar en la clandestinidad, pero trato de mantener su esencia como la fiesta del pueblo.

     

    No podemos entender el Carnaval del siglo XXI sino echamos la vista atrás y tratar de comprender de todo viene todo, para así, poder entender de dónde viene la grandeza de esta fiesta.

     

    En definitiva, disfrutar del Carnaval de Tenerife es una experiencia que has de vivir, para contagiarte de su colorido, de su tradición, por sus gentes y por ambiente. Uno de los mejores carnavales del mundo que sin duda no te dejará indiferente y querrás repetir.

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