Estar en Lanzarote y no visitar Timanfaya debería ser delito. Esta isla es sinónimo de volcanes, campos de lava, rocas de formas caprichosas, tierras negras y rojizas. Un paisaje áspero, contundente, salvaje, donde el silencio más sepulcral cobra también especial protagonismo.
Se trata de una isla con impresionantes paisajes volcánicos, que recuerdan a veces a la superficie de Marte, despiertan sensaciones únicas. Son inspiradores, enigmáticos y misteriosos. Atrapan al visitante en una conexión íntima difícil de explicar, llenándolo de energía.
¿Por qué será? ¿Será porque muestra el poder de la naturaleza? ¿Porque nos devuelve a los orígenes? Son cuestiones que se responden por instinto al visitar el Parque Nacional de Timanfaya, la máxima expresión del volcanismo en la isla y una de las más representativas del archipiélago canario.
Qué hacer al visitar Timanfaya
Las 5.000 hectáreas de volcanes y campos de lava vírgenes de este parque nacional dan para mucho. Inalteradas por la mano humana, ni la vegetación ni el clima han tenido tiempo de modificar la belleza pura de esta tierra roja y azabache incluida en una Reserva de la Biosfera de la Unesco.
Centro de Visitantes e Interpretación de Mancha Blanca
Antes de sumergirnos en Timanfaya, se recomienda acercarse al Centro de Visitantes e Interpretación de Mancha Blanca para entender en primera persona las particularidades del vulcanismo en Lanzarote.
En su interior hay una amplia sala que acoge una exposición permanente sobre el fenómeno vulcanológico tanto del archipiélago como de la isla, así como su flora, fauna y litoral.
También hay una sala anexa de audiovisuales que, a través de montaje fotográfico y vídeos, explica la historia de Timanfaya. Además, hay salas de biblioteca, fototeca, videoteca y hemeroteca.
Montañas del Fuego
Nacidas de las violentas erupciones volcánicas que azotaron el sur de Lanzarote, las Montañas del Fuego poseen la belleza de la devastación y regalan una especial paleta de colores que no deja a nadie indiferente. Sin duda, el visitante queda empequeñecido ante tanto espectáculo natural.
De las entrañas de la tierra se alza majestuosamente el Islote de Hilario, un auténtico vigía de un mar de lava de alrededor de 200 kilómetros cuadrados donde se levantan 25 cráteres que permanecen dormidos. Aquí, el grandioso artista lanzaroteño César Manrique dio rienda suelta a su mente inquieta.
Así, ideó el restaurante El Diablo para dar vida a aquel páramo en una extraordinaria integración entre la creación humana y la naturaleza. Su horno utiliza el calor natural de la tierra para elaborar platos únicos. Y es que bajo los pies, a unos diez metros de profundidad, la tierra bulle a casi 300 grados de temperatura.
Echadero de los camellos
¿Sabías que los dromedarios, llamados camellos en Canarias, llegaron flotando a Lanzarote? En efecto, los primeros europeos los trajeron consigo de este modo de la vecina África gracias a su gran flotabilidad. Solo tenían que amarrarlos a los barcos y… ¡voilà!
Así, los visitantes del Parque Nacional de Timanfaya pueden disfrutar de un corto recorrido a lomos de un dromedario por una senda que transcurre a través de la ladera sur de la montaña que da nombre a Timanfaya.
Rutas de senderismo
Los amantes del senderismo están de suerte gracias a dos rutas interpretadas por audio que llevan a lo más emblemático: conos y tubos volcánicos casi inalterados, caprichosos flujos de lava que empiezan a ser colonizados por líquenes y campos de piroclastos rojizos.
Eso sí, para caminar por este paisaje prácticamente inalterado desde su creación, se aconseja reservar plaza en la Ruta del Litoral y en la Ruta de Termesana, con sus correspondientes versiones cortas, todas ellas gratuitas.
Dónde alojarse para visitar Timanfaya
Si hubiera que escoger un alojamiento en el que desconectar tras una intensa jornada visitando este majestuoso parque, la elección sería, sin lugar a dudas, el HD Beach Resort & SPA.
Ubicado en Costa Teguise a tan solo unos 30 minutos en coche del Parque Nacional de Timanfaya, se trata de un auténtico paraíso todo incluído situado a pie de playa. Así, si también te gusta el deporte, aquí tienes innumerables opciones.
Y tú, ¿a qué esperas para visitar Timanfaya? Venir a Lanzarote y no descubrir uno de los parques nacionales más visitados de España es un pecado. No dejes pasar la oportunidad de conocer la naturaleza volcánica de la isla en todo su esplendor.